Cada mes, la Luna Nueva contiene el potencial para el mes que vendrá. Y en este día tenemos la capacidad de dirigir, nutrir y dar forma a todos los acontecimientos futuros. Las letras del mes son (Sámej) y (Guímel). La conciencia de pensamiento representada por la letra Sámej creó el signo de Sagitario, y la conciencia representada por la letra Guímel creó a Jupiter, el planeta más grande del sistema solar. El valor numérico de Sámej y Guímel es 63, que también es el valor numérico de una pronunciación especial de Yud Hei Vav Hei, el nombre que nos conecta a la Sefirá de Biná.
Nuestra tarea en este mes es disfundir el
conocimiento que nos otorgó Avraham el Patriarca en el Libro de la
Formación hace 4.000 años. A través de las letras de este mes podemos
ejercer control sobre el planeta Júpiter y su signo astrológico para
lograr la manifestación de sus aspectos positivos.
Kislev es un mes de milagros. El milagro de
Jánuca es el resultado de las fuerzas cósmicas que se trasmiten cada
año a través de Sagitario y Júpiter. Por medio del conocimiento que
recibimos de Avraham, somos capaces de atraer estas fuerzas y
materializarlas en el mundo. Haciendo uso de este poder, por lo tanto,
podemos convertir la realidad caótica en bendición y armonía. Esta es la
esencia de la creación de los milagros.
A través de la meditación con las letras
del mes es posible la revelación de la Luz del Creador en nuestras vidas
como individuos, así como la eliminación del caos y de cualquier
manifestaciónn de la conciencia de Satán en el mundo entero.
Kabbalista Rav Berg
"Días de Poder"