miércoles, 7 de marzo de 2012

PURIM: EL LIBRO DE ESTER EL MILAGRO INTERNO



El Libro de Ester destaca cuatro personajes principa-
les, que son en realidad dos: Uno es el Rey, Ajashverosh,
la Reina, Ester, y los dos individuos que muestran aspa-
vientos, Mordejai (el bueno) y Amán (el malo).
En hebreo, El Libro de Ester se llama Meguilat Ester.
Meguilat viene de la palabra Gilui (descubrimiento), y Es-
ter viene de la palabra Hester (encubrimiento). En otras
palabras, El Libro de Ester es sobre descubrir lo que
está oculto.
 
Primeramente, debemos recordar que la sabiduría de
la Cabalá explica que en la realidad absoluta hay única-
mente el Creador y la Creación que le percibe. La Biblia y
otros textos hebreos antiguos, son en realidad escritos en
diferentes “lenguajes” que explican los mismos conceptos
espirituales que la sabiduría de la Cabalá.
En El Libro de Ester, el Rey es el Creador, evidente-
mente, pero ninguno de los otros protagonistas es una
entidad separada; de hecho, cada personaje es un aspecto
de la única creación del Creador.
 
Este es un concepto clave a recordar porque cambia
totalmente de un cuento moralista acerca de cómo lo
bueno eventualmente derrota a lo malo, a una alegoría
acerca de nuestra relación personal con el Creador. De
acuerdo a la Cabalá, Ester, Amán, y Mordejai están den-
tro de nosotros, y el Creador es el atributo de benevolen-
cia que necesitamos adquirir si queremos unirnos con Él
y ser felices.
 
La historia comienza con el establecimiento del per-
sonaje del hombre bueno, Mordejai. Éste descubre que
dos de los sirvientes del rey están planeando asesinarle, y
le alerta del peligro. Pero la reacción del rey es muy dife-
rente de lo que esperaba, ya que lo que hace es ¡promover
a Amán en lugar de Mordejai! En nuestra historia, Ester
representa el alma colectiva, el total de la Creación. Los
dos rivales, Amán y Mordejai, representan las dos inclina-
ciones del alma: La mala, el egoísmo (Amán), y la buena,
el altruismo (Mordejai).
 
Estos roles son la razón por la que el rey asciende a
Amán, en lugar de Mordejai: Para escoger el altruismo
y entonces unirnos con el Creador, uno debe primero
darse cuenta de la trampa que significa para nosotros el
egoísmo. Estamos hechos del deseo de recibir placer. Para
hacer un cambio hacia el altruismo es imprescindible
percatarnos de que el egoísmo es malo para nosotros, y
consecuentemente, querer cambiarlo.
¿Cómo ocurre esto? Poniendo a Amán (egoísmo) una
trampa que no pueda resistir, exponiendo su verdadera
naturaleza.
 
Por esta razón, y hasta sus últimas consecuencias, le
es dado a Amán más y más poder hasta que no puede
resistir la tentación, cuando se le pregunta, “¿Qué debe
ser otorgado a un hombre a quien el rey quiere honrar?”
y pica el anzuelo.
“Si hay alguien a quien el rey quiera honrar, que trai-
gan una vestidura real usada por el rey y un caballo que él
ha montado, y que pongan en la cabeza de la cabalgadura
una corona real.
 
“Luego entregarán la vestidura y el caballo a un alto
dignatario de la nobleza real, vestirán al hombre a quien
el rey quiere honrar y lo pasearán a caballo por la calle
principal de la ciudad, proclamando delante de él: ‘Así es
tratado el hombre a quien el rey quiere honrar‘”.
 
En el corazón de El Libro de Ester yace el principio
más profundo de cómo adquirir espiritualidad: Para des-
cubrir al Creador, prepárate para descubrirte primero a ti
mismo, ya que la Creación, de la que todos somos parte,
está hecha de una sola cosa: El deseo de recibir placer, y
el Creador está hecho de una sola cosa: El deseo de dar;
exactamente lo opuesto a la Creación.
Si piensas que el Creador y la Creación son como
dos personas, es como si una odiase lo que la otra ama.
 
No pueden comunicarse. Si queremos comunicarnos, te-
nemos que ser como el Creador, al menos hasta cierto
punto. Cuanto más somos como Él, mayor y mejor será
nuestra comunicación.
La historia de El Libro de Ester comprende completa-
mente el camino del progreso espiritual que todos debe-
mos recorrer. La belleza de la historia es que no tenemos
que entenderla a la primera, sino que se va inculcando
en la medida que vamos reconociendo su profundo sig-
nificado.
 
Esas pocas páginas en la Biblia pueden ser leídas una
y otra vez, revelando nuevos secretos cada vez. Todo lo
que necesitamos asimilar es este simple principio: Para
descubrir al Creador, prepárate para descubrirte a ti mis-
mo, primero. Cada vez que queramos conocer
más al Creador, Nos mostrará en su lugar
quiénes somos. Pero no porque se esconda,
sino porque tenemos que descubrir el Amán
en nuestro interior antes de descubrir la
grandeza de Mordejai, quien es el que realmente ama al
Creador.
Trabajando de esta manera, mediante este método,
garantizamos no solamente que descubriremos al Crea-
dor, sino la recompensa que Mordejai recibió también
a cuenta de sus servicios: “Tomó Amán la vestidura y el
caballo, vistió a Mordejai y lo paseó por la calle principal
de la ciudad, proclamando delante de él: ‘Así es tratado
el hombre a quien el rey quiere honrar‘”.
Y además, la recompensa final de Mordejai es el gran
deseo de Amán: “Y el rey cogió su anillo, que había toma-
do de Amán, y se lo otorgó a Mordejai”.
Así el bueno, el malo y la bella (la reina) están dentro
de nosotros. Para descubrirlos, tan solo tenemos que pe-
dir al Creador, y recibiremos.

Extracto del diario "La voz de la Kabbalah" 

1 comentario:

  1. Excelente explicación, creo que es una gran idea agregarle estos conceptos en la festividad para nuestros pequeños.A fín de cuentas, somos como niños, seguramente por eso los cabalistas bajaron estas tradiciones para que a base de juegos busquemos el verdadero significado.

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